Tuesday, April 15, 2008

¡!!!Entre calabazas y rayos gamma!!!!



Lo tengo claro, la música es para mí lo que el aire para mis pulmones.
Casi 10 años han pasado entre las hordas y los caminos del rock/metal y orgulloso puedo decir que ha formado parte de mi estilo de vida y pieza importante de las fuerzas para superar los obstáculos que nos regala la vida. Es que lo que para algunos son tarros y gritos para mí es una poesía que entre solos de guitarras y voces estridentes te habla de los caminos de la vida.

Uno de esos caminos me llevo ha presenciar el “Hellish Tour”. La gira que mezcla a Gamma Ray y Helloween en un sólo escenario.
Fue una noche espectacular llena de recuerdos, música, pasión, acción e indescriptibles sensaciones encontradas.

Todo comenzó con la compra de la entrada en Santiago y la diferencia de precios entre comprarla en Ticktmaster y las tiendas especializadas. 21.800 en la primera y 17.000 pesos en la segunda. No había donde perderse ¿o no?


Luego de eso llegó el gran día. Sabía que iba a ir harta gente así que traté de llegar lo más temprano al Caupolican. El recital empezaba a las 17.00 hrs y yo estaba a las 15 en Santiago y a las 15.20 llegando al Caupolican.
Iba alcanzando lo que según yo era el recinto y dije “bien, la raja no hay fila”… ingrata sorpresa al ver que me faltaba dos cuadras para llegar. Cuando arribé, a una cuadra de la entrada del local si había cola, LA cola…más preciso una cuadra de gente esperando.
Sol, personas de negro, vendedores, revendedores, y un simpático kiosco que tenia música metalera en su radio acompañaron mi espera.
¿Por qué los rockeros se visten de negro?- Fue la pregunta de uno de los que estaba junto a mí en la fila. Cayó de cajón en un día que los termómetros marcaban casi 30 grados; cosas de la vida no más, no me imagino a una persona haciendo un mosh de rosado. Bueno yo andaba de celeste, si sé, soy fashion rock.


Las puertas del recinto se abrieron como las 16.45 y la fila al fin cobraba movimiento. Llegando a la entrada, sospechosamente había dos accesos, en este último no había fila y varios curiosos entraron en él. Hasta gritos escuche cuando los que entraron ahí se dieron cuenta que habían hecho la cola durante horas para entrar a la galería. Mal por ellos, pero la curiosidad mató al gato.
Por mi parte, estaba a un paso de la entrada a cancha. Ya la gente se deshacía de la comida y las botellas. Incluso me llego una cerveza para que la acabara. Pero dije “no gracias, no bebo”.....es que después de la noche anterior no daban ganas (historia aparte la de Ricardo Feliciano jajaja).
Ya en la puerta me revisaron y por más que dije que el bulto de los bolsillos eran mis llaves la guardia no me creyó así que lo tuve que abrir no más. Cosas de seguridad me dijo.
Al fin ya estaba adentro. Otro nivel el Hall del Caupolican, se parecía al casino de Viña, había desde promotoras hasta stands de Guitar Hero en su interior.
Lo primero que hice fue preguntarle a un guardia dónde estaba el baño, sí, lo necesitaba.
Luego de eso, fui a cancha. Sin antes ver la espectacular escenografía que luego se me haría familiar. Era la portada del último disco de Gamma Ray “The land of the free-part 2”


Me fui directamente al medio de la cancha a tres filas del escenario. Ya de ahí no se podía avanzar más, los que estaban adelante se habían atornillado en la reja.
Luego de 20 minutos, entre risas y las tonteras que decía una rubia, una mezcla entre Shakira y Rosa Espinoza era de salón les diré, empezó el show.

La primera banda, los chilenos “The Shrink” fue una presentación corta y precisa. No calentó mucho al público pero sí los hizo pasar un buen rato. Cabe destacar que el vocalista era el gemelo de jugador de fútbol Bartichoto.



Luego de éstos, pasaron 20 minutos y salieron los nacionales Human Factor. Estos pegaron más, incluso hasta la gente coreo algunos de sus temas.
Mis músculos y huesos ya no daban más. Mi eslogan en ese momento era “el que no salta explota”.
45 minutos de una de las bandas más potente del género y la gente ya estaba lista para recibir rayos gamma.



Tras media hora, y la desesperación del público algo se veía venir, se apagaron las luces y todos quedamos dentro de la tormenta de rayos gamma.

!!!!Ataque de Rayos Gamma!!!!

Gamma Ray aparecía con Kai Hansen imponente a la cabeza abriendo un show que sería memorable.
“Good evening Santiago” y empezó los acordes de “Into the storm” de su última placa “Land Of The Free part II”. Cabe señalar que no conozco mucho a la banda, yo iba por Helloween, sin embargo, cada acorde que pasaba estaba dentro de mi cabeza y por un momento olvide que esto era por Helloween.



Estaba fascinado con Hansen y compañía, luego de un par de canciones el vocalista de Gamma Ray hace una pausa y dice que “ahora viene una balada romántica y directa al corazón”- yo feliz, sin embargo, esos acordes los reconocí y no eran precisamente románticos. Aquí vino uno de mis primeros orgasmos musicales, era nada más y nada menos que “Ride the Sky” una de mis canciones favoritas, escritas por Hansen en su época con Helloween.



En esos momentos estaba extasiado, mi garganta gritaba a más no poder y mi emoción era indescriptible. La gente al igual que yo no lo podía creer un himno del power metal tocado por su creador al frente de sus ojos. Uno de los tantos himnos que nos deparaba la noche.


Luego de ese nirvana musical vino “Heavy metal universe” el cual sirvió para compartir y hacer participar a la gente con el grupo. El coro de esta canción se dividió en tres sectores del publico unos eran Heavy, otros universe y algunos como yo metal. Increíble.


Ya mis sentidos habían olvidado que estaba por Helloween. Se acercaba el final, si antes pasar por uno de sus clásicos “Somewhere out in space”. Y finalizando con otro himno “Send me a sign” lo que daba el broche final a una de las mejores noches de Gamma Ray en nuestras tierras. Simplemente increíble el recital.



Luego de eso ya todos estaban “happy metal”, pero faltaba el plato principal.



Mi cuerpo ya no quería más guerra, pero lo que vendría sería impagable y serviría como bálsamo para curar mi cansancio.
30 minutos de espera y vendedores con bebidas a 1000, cervezas a 2000, combinados a 4000 y papas fritas a 1000 y de fondo AC/DC con su canción “For those about the rock, we salute you” serian el preludio de una presentación sin precedentes.

!!!!Happy Happy Helloween oh oh!!!!!!

Luego de este clásico de Ac/dc empieza a sonar una balada pegajosa e inconfundible “Happy happy Helloween oh oh!!!” Happy happy Helloween oh oh!!” Era lo que el Caupolican recitaba en ese momento. De pronto, se apagan las luces y comienza a girar la ruleta de la suerte ubicada al centro del escenario al compás de “Crack the riddle” la introducción del ultimo disco de Helloween “Gambling whit the devil”. Era inevitable, ya estábamos apostando con el diablo. Súbitamente, unos acordes se empezaron a escuchar indicándonos que Helloween era esta noche.
El momento había llegado la banda salió al escenario y los gritos, aplausos y cuanta emoción pudiese haber fueron desatados.



“Helloween” del clásico disco “Keeper of the seven keys-part 1”
fue el encargado de abrir el recital que a esas alturas ya estaba consolidado. 14 minutos de duración y ni un sólo respiro dejaba esta canción que es un icono de este grupo, y que yo pensaba nunca iba a poder ver en vivo debido a su duración y a que ya era bastante antigua. Sin embargo, la canté de principio a fin. Era una fiesta, era Helloween frente a mis ojos. Todo un clásico que quedará en mi memoria por siempre.


Pero esto recién comenzaba, sin alerta como reza la misma canción nos aplastan con otro temon “Sole survivor”. Aquí el público seguía prendido, era un “mosh” y una alegría desbordante. Una interpretación genial, una lírica sorprendente y un grupo que se compenetraba con el público de forma amena y gentil.



Era momento de parar, pero detenerse sólo a saludar porque después continuaron con otro clásico de los tiempos de Kiske. “March of Time”, nos habla de ser felices sin quedarnos pegados en los malos momentos. Simplemente hermosa y poderosa.
Ahora le tocaba el turno a un corte de su ultimo disco, no nos olvidemos que esta gira es por su ultimo trabajo, “As long as I fall” es una canción hard rock que tiene un coro pegajoso, una lírica positiva y una increíble introducción de piano. Una hermosa combinación del Helloween antiguo y su evolución. Genial, sin palabras.


Luego vino uno de los momentos más emotivos de la noche. “A Tale That Wasn’t Right” una balada que cada vez que la escucho me despierta muchas emociones encontradas. Incluso, debo decir que por mis ojos asomaron unas lágrimas ante tan bella melodía, sólo melancolía, increíble. Es que la música es así, pasión y sentimientos hechos sonidos.
Y eso era lo que irradiaba Andi Deris, el vocalista, uno de los mejores front man. Hizo del público parte de Helloween. Pero los otros integrantes también destacan por si solos. Es el caso del batero que nos entrego un increíble solo. Potencia y rapidez son las palabras para describir este momento.



Tras eso se apagaron las luces, y una voz de fondo nos contaba la historia del alguien tentado por uno de “The king of 1000 years”. 15 minutos de una de las historias más oscuras de Helloween. Potente, lúgubre, tranquila, desgarradoras un popurrí de emociones dan vida a una de las mejores melodías de los alemanes en este siglo.
Tras quedar fascinados con la capacidad interpretativa del grupo ante semejante canción. Deris nos invita al pasado de la banda, más precisamente a revivir el disco “Keeper of the seven keys-part 2”


Sólo basto el primer acorde para que el Caupolican se viniera abajo con “Eagle fly free”. Para mi esta canción es parte de un concepto de vida, de una manera de enfrentar las cosas. Podría escuchar esta tonada cientos de veces y no me aburriría, es el himno del power metal de los 90 y como tal fue coreado a más no poder por cada una de las almas presentes. Escucharla fue emocionante y un sueño hecho realidad.
Luego de esa pieza de colección le siguió un corte de su ultimo disco “The Bells of the Seven Hells” una interesante canción que hizo participar al público con su coro.
Le siguió “If a coul fly” otra balada que te deja con esa sensación de paz y alegría. Con un comienzo de piano excelente y una armonía perfecta nos transporta a sueños imposibles. Simplemente, hermosa.
Ya la noche no aguantaba más orgasmos. Sin embargo, era inevitable no tener otro al sentir las melodías y compases de “Dr Stein”. Es la canción por excelencia de Helloween. Alegría, pasión, fuerza y mucha locura encierra esta tonada que sin duda es una mis favoritas, la cual por mucho que la escucho no me aburre. Definitivamente estaba junto a Adan y Eva escuchado a Helloween. Increíble, genial, hasta el momento lo mejor de la noche. Lo máximo, éxtasis total.



El divertido doctor ponía fin a la primera parte del show, que ya a esa altura era una fiesta.
Luego de una pausa de unos 3 minutos salio nuevamente la banda.
En esta ocasión el vocalista vestía un elegante traje con sombrero de copa y bastón incluido, todo esto para interpretar un medley que partía con la melodía de “Perfect Gentleman”, dando pie a “I Can”, luego de ésta, vino otro orgasmo musical, la canción que me hizo conocer a Helloween, “Where the rain grows”, indescriptibles recuerdos pasaron por mi mente, un sin fin de emociones que me hacían volver casi diez años atrás en mi vida, cuando en un VHS de Stratovarius venía un extraño video, cuya melodía hizo que esta noche estuviera presenciando este evento. Genial. Luego de volver al presente y con más “Power” que nunca, otro orgasmo musical sacudió mi cuerpo. Es que “Power” es un himno a la fuerza de voluntad y a las ganas de vivir. Si el concierto se hubiese acabado en ese momento hubiese quedado feliz. Sin embargo, el medley continuaba con la segunda parte de “Perfect Gentleman” en la cual aprovecharon de presentar a la banda. Luego de esto “Keeper of the seven keys” ya esto me había superado, la mejor lírica de la calabaza y en vivo. Sin palabras.



Ya con esto se apagaron las luces y el show ya daba muestras que acababa.
Pero no, venia una gran sorpresa. Si ver a Gamma Ray y Helloween no había bastado. Juntos en el escenario ya era algo imperdible. Y así fue, ambos grupos se subieron para tocar dos himnos del power metal de todos los tiempos. “Future World” es y será un clásico por donde se le escuche. Una fiesta, más que un show. Personas que formaron un género arriba del mismo escenario, irrepetible.
Luego de corear a toda voz. Vendría mi último orgasmo musical de la noche, a estas alturas era un ser “multiorgasmico musical”. “I want out” otra de las canciones que forman parte de mi soundtrack de vida. Increíble, si tuviera que elegir un himno para mi sería éste. Simplemente profunda, poderosa y alegre. Genial.



Con esto el show se coronaba como inmortal. Sólo quedaba aplaudir y dar las gracias por tan orgásmico evento.
Fue genial ver ambas bandas en vivo. Una entrega total con el público que los siguió de la misma forma.
Más que un show una fiesta en donde la alegría y la música se hizo una sola rodeada de calabazas y rayos gamas.



!!!Run Yoba Run!!!!

Aun extasiado por lo que había “acabado” de vivir veo la hora y ¡OH no! las 11.15 y el último bus sale a las 11.40 a Melipilla.
Me quedaban 25 minutos para llegar desde el Caupolican a Estación Central.
Así que saque todas mis energías pumper, y cual flayte que acaba de robar, salí corriendo en dirección al Terminal.
Eran las 11.25 y estaba en el Metro U de Chile, con la fuerte convicción de que no iba alcanzar a llegar, pero sacando fuerzas de flaqueza seguí corriendo “Run Yoba run”.
11.40, llego a las afueras del Terminal y estaba cerrado. Plop. Sin embargo, había una pequeña entrada abierta, me introduje en ella y corrí hacia el paradero.
La boletería estaba cerrada, me preparé para lo peor, pero seguí corriendo. Subí raudo las escaleras mecánicas y ahí lo vi. El ultimo Ruta 68 esperándome para llevarme a mis aposentos luego de una noche magistral. Pagué, me senté y descanse.
Entre sudor, éxtasis y cansancio pude decir misión cumplida.

Fotos.Gracias rockaxis com

Wednesday, April 09, 2008

Preparando el cuello!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Uy! a pocos días del Hellish rock en Chile. Por fin, luego de 7 años voy a poder ver en vivo a una de mis bandas favoritas, Helloween. Con eso me quedo feliz, pero los genios creativos alemanes no vienen solos. Lo acompañan otros grandes de la música power metal, Gamma Ray.
O sea, los padres del POWER METAL juntos en un mismo escenario y por el mismo precio.
Se nos viene, y con todo. Ahora a seguir esperando.
Nos vemos el próximo domingo, gritando a todo pulmón los himnos del metal.

Dr Stein a ver si eres tan divertido y haces buenos músicos ajjaja..

saludos